jueves, 13 de septiembre de 2012

CARTA AL JEFE DEL ESTADO EN EL RECIEN INAGURADO LIBRO DE VISITA ONLINE

Estimado Sr.
Con todo el respeto no me siento representado por un Jefe del Estado, impuesto que nunca los españoles le hemos  podido votar, y detrás del que se enconde  la tecnocracia política que nos gobierna; y que ha impedido que el pueblo español en referéndum decida el modelo de estado MONARQUIA O REPUBLICA.
No puedo comprender como en una “Democracia”  prevalezcan los derechos de sangre azul (aunque ello lleve consigo violar el principio de igualdad que consagra  la propia declaración de Derechos Humanos), a la voluntad de pueblo español. No puedo tampoco entender la falta de transparencia de la Casa Real,  y que el Jefe del Estado no dé cuentas al Parlamento, no se contesten las preguntas de Diputados y Senadores escudándose en la vida privada de la Casa Real ¿Desde cuándo el Rey tiene vida privada?  ¿No es vida privada la Boda del Príncipe y las Infantas, y demás acontecimientos familiares retrasmitidos por  la prensa cortesana y si lo son sus viajes de caza mayor u otras actividades de ocio real?  ¿Quién paga sus viajes y estancias de ocio?  Será legal y “probablemente” constitucional  pero en mi opinión dista mucho de ser democrático.
Vivimos en una democracia meramente  formal a años luz de una Democracia plena; donde el poder  no reside verdaderamente en el pueblo soberano (a pesar de lo establecido en nuestra constitución)  sino en una oligarquía económica y financiera. Y en  este régimen resulta escandalosa la impunidad de  la corrupción financiera y política.  Como Jefe del Estado no puedo más que censurar su actuación por la falta de asunción de responsabilidades políticas en el  Caso Urdangarin, que seguramente ya se habrían producido si la  Jefatura del Estado la ocupara  un Presidente de la Republica elegido democráticamente.
En consecuencia reciba esta carta, aunque dudo que llegue a leerla personalmente,  como muestra de mi total desaprobación ante  esta carencia democrática que es la monarquía  una institución anacrónica que en el caso español vino avalada inicialmente por el anterior Jefe del estado, el general Franco. Mi único deseo es que más pronto que tarde se abra un proceso constituyente o una segunda transición hacia UNA REPUBLICA DEMOCRATICA DE CIUDADANOS LIBRES E IGUALES EN DERECHOS  que permita mejorar la calidad de nuestra democracia, para que todos los votos valgan lo mismo, para que se garantice el pluralismo político frente a la actual partidocracia de alternancia bipartidista de corte canovista, y para que finalmente los españoles pueden elegir democráticamente al Jefe del Estado.

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