Estimado Sr.
Con todo el respeto no me
siento representado por un Jefe del Estado, impuesto que nunca los españoles le
hemos podido votar, y detrás del que se
enconde la tecnocracia política que nos
gobierna; y que ha impedido que el pueblo español en referéndum decida el modelo
de estado MONARQUIA O REPUBLICA.
No puedo comprender como en una “Democracia” prevalezcan los derechos de sangre azul (aunque
ello lleve consigo violar el principio de igualdad que consagra la propia declaración de Derechos Humanos), a
la voluntad de pueblo español. No puedo tampoco entender la falta de transparencia
de la Casa Real, y que el Jefe del Estado
no dé cuentas al Parlamento, no se contesten las preguntas de Diputados y Senadores
escudándose en la vida privada de la Casa Real ¿Desde cuándo el Rey tiene vida
privada? ¿No es vida privada la Boda del Príncipe
y las Infantas, y demás acontecimientos familiares retrasmitidos por la prensa cortesana y si lo son sus viajes de
caza mayor u otras actividades de ocio real? ¿Quién paga sus viajes y estancias de ocio? Será legal y “probablemente” constitucional pero en mi opinión dista mucho de ser democrático.
Vivimos en una democracia meramente formal a años luz de una Democracia plena;
donde el poder no reside verdaderamente en el pueblo soberano (a pesar
de lo establecido en nuestra constitución) sino en una oligarquía económica y financiera.
Y en este régimen resulta escandalosa la
impunidad de la corrupción financiera y política. Como Jefe del Estado no puedo más que censurar
su actuación por la falta de asunción de responsabilidades políticas en el Caso Urdangarin, que seguramente ya se habrían
producido si la Jefatura del Estado la
ocupara un Presidente de la Republica
elegido democráticamente.
En consecuencia reciba esta carta, aunque dudo que llegue a leerla
personalmente, como muestra de mi total desaprobación
ante esta carencia democrática que es la
monarquía una institución anacrónica que
en el caso español vino avalada inicialmente por el anterior Jefe del estado,
el general Franco. Mi único deseo es que más pronto que tarde se abra un
proceso constituyente o una segunda transición hacia UNA REPUBLICA DEMOCRATICA
DE CIUDADANOS LIBRES E IGUALES EN DERECHOS que permita mejorar la calidad de nuestra
democracia, para que todos los votos valgan lo mismo, para que se garantice el
pluralismo político frente a la actual partidocracia de alternancia
bipartidista de corte canovista, y para que finalmente los españoles pueden
elegir democráticamente al Jefe del Estado.
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