Más bien al contrario, se ha vuelto a utilizar el
poder orgánico para perpetuarse en el poder, y que nada se mueva en esta
partidocracia asimétrica, que hace oídos sordos a la indignación y las demandas
de reformas de movimientos ciudadanos como el 15–M.
Pero además el congreso plantea grandes interrogantes, el primero es la interinidad del liderazgo, puesto de manifiesto en al anuncio de que el futuro candidato del PSOE será elegido por primarias a la francesa. Parece que se ha querido ganar tiempo para frenar la candidatura de Carmen Chacon y dar tiempo a que otros candidatos en el futuro puedan dar la batalla como Emiliano Garcia-Page, Pachi Lopez o Eduardo medina, sin descartar que Rubalcaba también lo haga emulando a Mariano Rajoy si las condiciones y el contexto político lo permitieran.
En cualquier caso, al partido
socialista se enfrenta a una situación muy
complicada. En el corto plazo deberá afrontar
unas elecciones andaluces , asturianas, donde especialmente en Andalucía pintan
bastos, y más aun con la fuerte división interna. Además deberá afrontar el
rearme ideológico y del propio partido que ha quedado sin apenas poder institucional por la pérdida de la mayoría de comunidades autónomas
y Ayuntamientos lo que dificulta la labor de oposición y de articulación de una
alternativa clara de gobierno, frente a una derecha cuyo poder es absoluto.
En este contexto adverso el mayor desafío ante el que se encuentra la famalia socialista es si el PSOE va ser capaz de recuperar parte de la confianza perdida y mantener la hegemonía en la izquierda política. En este momentos no está clara si la división producida en el último congreso se traducirá en el futuro en algún tipo de fractura, o si Izquierda Unida y demás partidos de la izquierda minoritaria, por la izquierda y UPD por la derecha van a seguir creciendo electoral y socialmente a consta del derrumbe del PSOE. De momento tanto para ellos como para el Partido Popular la elección de Rubalcaba es una muy buena noticia.
En este contexto adverso el mayor desafío ante el que se encuentra la famalia socialista es si el PSOE va ser capaz de recuperar parte de la confianza perdida y mantener la hegemonía en la izquierda política. En este momentos no está clara si la división producida en el último congreso se traducirá en el futuro en algún tipo de fractura, o si Izquierda Unida y demás partidos de la izquierda minoritaria, por la izquierda y UPD por la derecha van a seguir creciendo electoral y socialmente a consta del derrumbe del PSOE. De momento tanto para ellos como para el Partido Popular la elección de Rubalcaba es una muy buena noticia.
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